Qué es el Building Management System y por qué se fortalecerá después de la pandemia.
Por Martin Mendez Decoud, Gerente de Producto de BGH Eco Smart
La situación sanitaria actual marcará un antes y un después en el modo en el que se gestionan los recursos de un edificio. La pandemia obliga a replantear las prácticas empleadas y a pensar en nuevas formas de trabajo. El Building Management System (“BMS”) se presenta como una excelente alternativa. ¿Por qué? Veamos…
El BMS brinda la posibilidad de manejar una multiplicidad de variables en la operación de equipos y servicios de una manera remota, lo que en tiempos de distanciamiento social presenta muchas ventajas. Más allá de esto, este tipo de gestión es mucho más eficiente, confiable y segura, y puede ser aplicada prácticamente a todas las ramas de las actividades industriales, comerciales y de servicios, logrando -además- un importante ahorro en costos energéticos. Su función es la de mejorar la gestión y el control, avanzando hacia el concepto de “edificio inteligente”.
Su funcionamiento cuenta con dos elementos principales: hardware (sensores, centrales de gestión, consolas de control) y software (programas informáticos). En los sistemas de BMS conviven soluciones cerradas y soluciones abiertas. La diferencia es que las soluciones cerradas sólo funcionan con los componentes de una sola marca, mientras que las soluciones abiertas permiten combinar los componentes de varios fabricantes (siempre que sean compatibles).
Más allá de la solución, que depende de la necesidad de cada industria, un sistema de BMS ofrece diferentes ventajas: permite el control y supervisión centralizados de todos los elementos del edificio de manera remota; facilita la rápida detección de las incidencias para un mantenimiento preventivo; permite automatizar las tareas de supervisión; aumenta la productividad del personal; proporciona información detallada del consumo, que es el punto inicial del proceso de mejora de la eficiencia energética y, además, incrementa el confort y seguridad de los usuarios del edificio.
Esta tecnología ofrece la posibilidad de diseñar e implementar un sistema central, en etapas en base a las posibilidades de inversión y que pueda integrar funciones tales como: climatización; control de energía, iluminación y de accesos; y distribución eléctrica, permitiendo el control completo de una planta, edificio o complejo de edificios a través de redes propias o corporativas.
Así, por ejemplo, se puede modificar la calidad del aire en función de exigencias cambiantes en las condiciones térmicas, internas y externas, garantizando no sólo la mejor calidad de vida para sus ocupantes sino también alcanzando un funcionamiento óptimo de los equipos de climatización. Todo esto permite optimizar los consumos en períodos críticos y, además, reducir el mantenimiento básico y el ruido.
En materia de iluminación, las redes integradas de datos y sistemas de control permiten la automatización y monitoreo de la iluminación, permitiendo, por ejemplo, encender o apagar las luces a horas prefijadas con sensores lumínicos que podrán aumentar o disminuir la luz interior de las salas en función de la cantidad de luz detectada.
Los sistemas también pueden enviar alarmas y/o alertas en caso de cualquier desvío de los parámetros o de eventuales anomalías en los equipos.
En este sentido, las soluciones de BMS se aplican a sectores tan diversos como el de hotelería, supermercados, comercios de todo tipo, hospitales e industrias como laboratorios, centros de cómputos y centrales telefónicas, entre otras.
La pandemia que estamos viviendo ha generado la necesidad de gestionar tareas a distancia, tanto para empresas, gobiernos, como otro tipo de organizaciones. Esta tendencia no resulta ajena a la gestión de los edificios. Lo interesante de los sistemas BMS es que, al combinarse con nuevas tecnologías como el Big Data, el aprendizaje automático o la inteligencia artificial, permiten que un edificio no sólo se pueda gestionar de manera sencilla a la distancia, sino que -incluso- pueda llegar a autogestionarse de acuerdo con los parámetros definidos por sus responsables, alertándolos sobre incidentes o necesidades de tomar una decisión importante sobre la gestión del inmueble.