Por Ing. Pablo C. Sarfiel Gerente de Soluciones & Servicios de BGH Eco Smart.
Las paulatinas aperturas de bares, restaurantes, shoppings y otros espacios de mucha circulación, junto a la llegada de los días de altas temperaturas presentan un nuevo desafío: ¿cómo garantizar la calidad del aire interior para reducir la exposición al COVID-19?
El documento titulado “Posicionamiento de ASHRAE sobre Aerosoles Infecciosos”, emitido por la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado, indica que la transmisión del SARS-CoV-2 por el aire es lo suficientemente probable como para que la exposición por vía aérea al virus deba ser controlada. Si bien esto no significa bajo ninguna circunstancia que no puedan utilizarse los sistemas de aire acondicionado. Por eso, con la llegada del verano y las altas temperaturas, es importante desarrollar estrategias para garantizar la calidad del aire dentro de grandes superficies, para reducir la exposición al COVID-19.
¿Qué es posible hacer para garantizar la calidad del aire interior? Disminuir la propagación y mitigar las probabilidades de contagio. Para ello, el principal organismo a nivel mundial de la industria HVAC recomienda una estrategia conformada por cuatro pilares: eliminar / mitigar (remover contaminantes biológicos en ambientes y superficies); ventilar (reducir la concentración de contaminantes y contribuir con la renovación del aire); limpiar (filtrar partículas para su eliminación); y monitorear controlando la calidad de aire circulante y además Incorporar a esta estrategia la medición temperatura corporal de los ocupantes antes del ingreso al edificio. Son acciones complementarias para la transformación de ambientes en entornos limpios, seguros sin perder de vista la eficiencia en su operación.
La mitigación es una de las acciones más efectivas y de largo plazo. Para el organismo estadounidense, “todo el espectro ultravioleta (UV) puede matar o inactivar microorganismos, pero la energía UV-C (en las longitudes de onda de 200 a 280 nm) proporciona el efecto más germicida, siendo 264 nm la longitud de onda óptima”. En ese sentido, en el mercado nacional se encuentran disponible equipos UV-C portátiles, de muy fácil traslado, que permiten la remoción de contaminantes biológicos en ambientes y superficies (Fomites), con una tecnología que desarrolla una inactivación térmica de virus y bacterias, incluyendo luces UVc para la destrucción de células.
La ventilación es otro aspecto fundamental. Bien sabida la importancia de abrir las ventanas con frecuencia para que el aire se renueve y mantener la temperatura a 24-26 grados (zona de confort para verano). Como complemento, es de utilidad el uso de ventiladores de extracción para contribuir con la renovación del aire y la disolución de la concentración de contaminantes.
Limpiar, filtrar partículas para su eliminación es el tercer eje de la estrategia. Existen equipos portátiles o accesorios que se pueden incorporar a una instalación nueva o existente en grandes superficies como supermercados, restaurantes, bares, fábricas, universidades y organismos públicos, permitiendo continuar desarrollando sus actividades con total normalidad.
En bares, restaurantes, gimnasios u oficinas, puede colocarse en el espacio que sea necesario, generando zonas seguras con aire filtrado y libre de virus, dimensionadas individualmente según el número de dispositivos y personas, y la tasa de cambio de aire establecida.
Monitorear es el cuarto eje de la estrategia recomendada por ASHRAE, y está vinculado a una tarea preventiva. Identificar, por ejemplo, con cámaras termográficas la temperatura de las personas circulantes y almacenar en la nube las estadísticas y alarmas. Además, colocar sensores de CO2 y filtros que activan la renovación de aire y alarmas de mantenimiento para garantizar los parámetros de calidad de aire.
Con la llegada de las altas temperaturas, los espacios con gran circulación de personas deben tomar medidas que permitan optimizar la calidad del aire circulante, para disminuir la propagación y mitigar las probabilidades de contagio del COVID 19. Una correcta estrategia no debería prescindir de ninguno de los ejes mencionados: eliminar, ventilar, limpiar y monitorear.